4.06.2012

La cuerda de dos hilos no se rompe fácilmente

Pido a la noche nos proteja del miedo que a veces nos acecha, y que el árbol serrano nos permita un descanso más; que arrope con su sombra nuestros viejos años y nos sostenga con firmeza ante la llegada de aquella fuerza desconocida, que siempre anuncia los finales definitivos. 



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