No quiero que seas este hueco en la barriga por donde se estanca la tristeza, ni quiero que seas la duda de esta noche. No quiero que mañana tu presencia sea mi alegría, ni quiero que seas esta lágrima del ojo. No quiero que sean tus manos las que busco, ni quiero que sea tu mirada mi espejo. No quiero que seas tú a quien ame en esta vida, ni en otra ni otra.
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