Tengo un libro preferido, que siempre termino regalando. Ahora debo comprarlo nuevamente, pero lo pienso y repienso, pues seguro su final serán otras manos y otros ojos, y aunque me hará feliz obsequiarlo, me veré obligada a comprar otro para luego dárselo a alguien más y así, hasta que se acaben las personas queridas. El problema no es que termina en casa de alguien más; el problema es que estando sin empleo, no me alcanzará el dinero para comprarlo las veces que sea necesario.
1 comentario:
Quizá las personas queridas pueden esperar y el libro lo reciban después, en otra ocasión, cuando las finanzas estén mejor.
Publicar un comentario