Puedo escuchar esta canción repetidamente sin cansancio. Puedo ver caer la noche entre tus manos de algodón y reír mientras no estás. Mañana quizá te cuente esa historia que tan bien te sabes y nos gusta escuchar. Hoy, caminaré por las calles céntricas de esta ciudad para contemplar los más grandes monumentos, dejados años atrás por tu dulce mirada. Puedo dejar el polvo sobre los muebles de nuestra ciudad y mirar como el viento mece cada grano omitiendo el espacio y tiempo.