He visto este video repetidamente: hay algo en cada movimiento tanto musical como corporal de Anna-Varney Cantodea, que aún no puedo nombrar, porque me provoca cierta mudez interior.
Tengo unas muñecas pequeñitas, pequeñitas, pequeñitas; más pequeñas que yo. Son de colores diversos, todas ellas fueron confeccionadas por mujeres centroamericanas: están hechas a su imagen y semejanza; cual historia del creador y su criatura. Duermen en una cajita pequeñita, allí viven mañana, tarde y noche en completo silencio. Dentro de la cajita hay una nota pequeñita con letras pequeñitas (obviamente) que dice:
"Abra la cajita y cuente su aflicción a las muñequitas, después coloquelas bajo su almohada antes de dormir. Verá que la preocupación habrá desparecido porque ellas la consumirán toda mientras duerme.
La ciudad huye en un galope de palabras Tiene miedo a las tenazas del árbol Y a las manos de la noche El alma vuela con el cuerpo aferrado El alma forrada de plumas y de cometas transparentes Cuando el pedestal de la lengua imita al mar Y un pájaro vuela entre las orillas de la memoria Porque hay un niño que ha perdido la memoria
Un océano de niños para un niño Una montaña de pájaros para un pájaro Un río de lágrimas para una lágrima Un cielo de estrellas para una estrella
En cada hora del día cae un huevo diferente Caen un huevo de luz y una luz de huevo Un huevo blanco Un huevo azul Un huevo verde Un huevo rojo Un huevo alegre Un huevo triste Un huevo negro Un huevo huevo Caen uno a uno del arco iris que se sacude Del arco iris cocoricó a cada quiquiriquí
Y los huevos gritan como flores Y lloran como flores Cuando alguien pisa los pies de las flores Los huevos florecen Las flores se empollaron Al calor de las miras atentas
Un huevo se quiebra y he ahí el sol El sol para siempre con sus calorías y sus diamantes
¿Cuál es tu luz y cuál debiera ser? Qué hermoso paisaje Este paisaje que tiene pelos en el pecho Mi cabeza rueda con las ruedas de sus orejas Hasta el fondo de las edades Ella se torna de oro en la edad de oro De hierro en la edad de hierro De piedra en la edad de piedra Y la lanzan al infinito con una honda Qué hermoso paisaje
El infinito sale de su huevo y pone otro huevo Y después otro huevo Y más lejos otro huevo Una procesión de huevos Un camino de huevos Vías lácteas de huevos
Esto es hermoso como una naranja que abre sus puertas Como una mariposa que se vuelve satélite
Había un huevo de pie al borde del mar Un huevo escuchando los rumores del mar Un huevo que tenía adentro el mar y el rumor del mar Y que quería volver al vientre de su arco iris O jugar con un millón de huevos cantantes en las esferas silenciosas
Hemos visto un huevo de aire con un aire de olvido Como un ojo de aire Como una corriente de aire en un aire corriente Un huevo bailando sobre la tempestad Entre los hoyos deslizantes de los naufragios Entonces todas las mejillas se pusieron pálidas Hubo un temblor de cielo Todos los huevos se rompieron Y todos los ojos se cerraron.
Ojos claros entre rostros anónimos: vuelca tu cuerpo de ave cósmica, regresa al viento su sonrisa de infante y cubre la noche con el frescor de tus labios. Mientras entre oración y oración, caminaré el deseo.
Con los ojos manchados con un color apenas reconocible, me pregunto: qué pasa cuando la distancia de tu imagen borrosa es apenas perceptible. Por qué hay un ruido extraño en el ambiente cuando tus ojos chocan con mi cuerpo, dime, qué es esta extraña sensación de ya haberte conocido y esta necesidad de escribirte una breve disculpa sin saber por qué. Dentro de unos días, volveré a encontrarte y seguro temblaré, me dará miedo el enfrentamiento a una situación vivida anteriormente porque no sabré si eres tú u otro. Pero sucederá, como sucedió ayer y anteayer, y será entonces cuando veremos quién de los dos es más inmortal, como dijiste aquella noche.